lunes, 14 de junio de 2010

La impunidad de un banco

Estamos tan acostumbrados a oír las palabras “Estado de Derecho”, “democracia”, “igualdad”, “justicia”, etc.… que creo que se nos ha olvidado su significado, el valor que representa y lo fácilmente que es vulnerado por todos aquellos que tienen la posibilidad de hacerlo, que casualidades de la vida, son los que más se llenan la boca con ellas.

Ahora un banco puede falsificarte la firma, cobrarte lo que consideren oportuno, inventarse importes de cancelación y dar la callada por respuesta cuando reclamas todos esos derechos, que teóricamente tenemos y que en la práctica, sólo tienen ellos. Si un particular deja de pagar una sola cuota de su hipoteca, todo el arsenal administrativo recae sobre sus hombros con amenazas de embargos e intereses de demora, pero cuando el que se salta el protocolo es el mismo que pone las normas, la impunidad hace presencia de la forma más devastadora posible. En principio, se podría pensar que para eso están los organismos judiciales o estamentos reguladores, pero hagamos cuentas de tiempo, dinero y posibilidad de éxito, porque todavía puede que haya algún idealista ingenuo que piense que en este país la justicia es igual para todos.


Pongamos el caso, así, dando a la imaginación (porque esto en este país no puede pasar), que un banco falsifica la firma de un contrato Swap a un particular que cuenta, exclusivamente, con una nomina de poco más de 1.000 euros y una hipoteca que paga debidamente todos los meses, para robarle 3.000 euros a final de año ó 6.000, si han conseguido agobiarle tanto como para que requiera su cancelación. Visualicemos todo esto como si de una película se tratara, e imaginemos que se le ocurre pedir el contrato original y se da cuenta que le han falsificado la firma.  

La primera posibilidad es arreglarlo por las buenas, más que nada por puro desconocimiento del gravísimo proceder y por evitar otro quebradero de cabeza más que haga que el día a día pese ya demasiado, como el pago de esa hipoteca que, pase lo que pase, no se deja de pagar. Y ya poniéndonos en lo peor, supongámonos que dan la callada por respuesta. Bien, para eso está el Banco de España ¿no? Pues figuremos que el trámite se alarga a seis meses porque el volumen de reclamaciones es tan sumamente grande que no pueden dar abasto (ya, ya sé que esto es imaginar demasiado, pero vamos a intentarlo, es una película ¿no?) y que además de no ser concluyente porque pueden hacer caso omiso, como un consejo que nos da nuestra madre, no es procedente porque una falsificación supone un delito y esa competencia es demasiado elevaba para el organismo que regula la banca. Entonces sólo queda acudir al juzgado y convertir ese quebradero de cabeza en el problema más pesado de la mochila. Pues bien, pongámonos que la dignidad es lo primero y que ni eso va a conseguir doblegar la voluntad de nuestro supuesto protagonista.

Acude a un abogado, narra su experiencia y descubre que el “salvador” de las injusticias del pueblo va a escucharle, siempre y cuando pague al susodicho letrado, procurador, perito especialista en grafismo y tenga la paciencia suficiente para esperar unos años a la resolución. Y mientras tanto, no se le olvide seguir cumpliendo los pagos de ese contrato que no ha firmado, no sea que se vaya acumulando la deuda con los intereses que eso conlleva y puedan abrirle un expediente de embargo que vaya más veloz que su denuncia.

Si sumamos todos estos condicionantes, resulta que este pobre particular, si se decide por denunciar, va a tener que pagar unos 10.000 euros para ser escuchado, seguir solventando las condiciones del SWAP y esperar cuatro años para celebrar una supuesta sentencia favorable. Así que en la balanza se encuentran los 3.000 euros que pretende robarle el banco a finales de año ó los 10.000 del proceso judicial. ¿Qué hacer?
Me temo que en esta película de ciencia ficción ya sólo hay cabida para la rabieta y el deseo ferviente de que su situación sea publicada, anunciada, difundida por cualquier medio de comunicación. Pues tampoco. Este banco pone mucha publicidad, paga muy bien y tiene una relación excelente con el poder. ¿Quién se va atrever?

Quizá este blog sea de los pocos (espero que no) que el lastre de la corruptela del país se la traiga al pairo, porque aunque suene a idealista e ingenuo, yo sí que creo en el Estado de Derecho y aunque no se aplique, nadie me va a negar el poder gritarlo y reivindicarlo a los cuatro vientos. ¡Ah! ¡se me olvidaba! La película está basada en hechos reales y ese honorable banco de tan buen proceder es el Banco Santander.

11 comentarios:

myriam dominguez dijo...

!!!tienes mas razon que un santo!!!y tambien esa gentuza bancaria lo sabe. estamos solos contra goliat, pero...seguiremos intentandolo con pequeños guijarros entre todos los afectados, y que somos muchos ya. muchos. todos los que nos estamos dando cuenta de la GRAN ESTAFA, y no pienso conformarme sólo con el pataleo. lucharé, lucharé y lucharé. pero estos sinvergüenzas, no se rien de mi por la cara, aunque me la han debido ver de tonta. dinero no tendré, pero paciencia y tiempo...
!duro con ellos! que no se olviden de que existimos ....y así como si tuviesen un grano en el culo y que no se pudieran sentar tranquilos.

Sara dijo...

En ello estamos, porque me parece que les da más miedo la mala prensa que la denuncia... Aunque su dignidad tenga precio, el nuestro no lo tiene.

Anónimo dijo...

La pelicula esta basada en hechos reales y el banco puede ser la CAIXA

Anónimo dijo...

Y Banesto también

Anónimo dijo...

YO CREO EN LA JUSTICIA, NO HAY QUE DECAER, ES LO ÚNICO QUE NOS QUEDA, TODO EL ENGAÑO ES DEMOSTRABLE, LO BUENO AÚN ESTÁ POR LLEGAR. HAN COMETIDO UN ERROR MUY GRANDE, Y ES EL ENGAÑARME A MÍ. ¿Y A TÍ? ENTRE TODOS LES VAMOS A DAR PAL PELO

Anónimo dijo...

TAMBIEN EL BANCO POPULAR

Anónimo dijo...

Ellos marcan las reglas del juego, por eso se las saltan y en épocas de crisis se nota más porque estan más voraces o sea que como los espermatozoides, están más activos.Entrad en un articulo de Castroviejo: 1400 personas, los botines , los fco Gonzalez etc.controlan el 8O % del PIB, LA IGUALDAD FUE UN ESPEJISMO.

Anónimo dijo...

Amén

Anónimo dijo...

Y CAIXA GALICIA TAMBIÉN

Mencey dijo...

Los Bancos sabemos lo que son, y tienen delito pero el delito se multiplica por diez cuando es una Obra Social como la Caixa quien comete el delito impunemente, sólo espero que los jueces nos den la razón para que estos miserables pagen lo que han hecho.

Anónimo dijo...

Uno de los bancos que más han engañado ha sido Bankinter, que también es del Santander.
No tienen ninguna vergüenza y ahora son ellos los atracadores

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